9:41 a. m.

Programación Semanal salmon cultural‏

Publicadas por Somos Sudacas |

9:48 a. m.

REBEL-ARTE POR LOS NIÑOS

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ESPERELO EN MARZO 2009 EN SALMON CULTURAL

8:34 p. m.

Crónica salmón

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8:28 p. m.

Prefiero la inmoralidad a la pérdida de la ética

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Prefiero la inmoralidad a la pérdida de la ética



“Sea siempre Quijote, nunca Sancho Panza”. Eduardo Umaña Luna¨



“Más Vale morir por algo que vivir por nada”. Eduardo Umaña Mendoza



Por Giovanni González Arango



Los nombres de los periodistas, Bob Woodward y Carl Bernstein, del diario The Washington Post, probablemente, no son un ejemplo moralmente ajustable a la conducta de la mayor parte de los comunicadores en Colombia. La rectitud ética de estos norteamericanos, que dio luz al escándalo de “Watergate” en 1973, no es la misma que predomina en muchos de nuestros medios, absolutamente dependientes del poder.



El relato de un amplio sector de la prensa nacional, lejos de ponerse al servicio de la opinión, parece la reproducción viva del discurso de los actores que ostentan el poder y, en esa medida, resulta poco probable tener nuestro propio“Watergate”, en un país donde la política y el delito conviven de manera asociada.



Y no es que al presidente Uribe, por ejemplo, pueda atribuírsele una conducta como la de Richard Nixon, quien trataba de espiar a su contrincante demócrata en las elecciones presidenciales mediante el sonado escándalo, pero sí es evidente que muchos de nuestros periodistas no tienen el menor atisbo de actitud crítica frente a los continuos excesos del mandatario antioqueño y de quienes lo respaldan.



Uribe y su séquito de colaboradores han lanzado sátiras, ofensas y falsas acusaciones en contra de sus opositores y de todo el que ha hecho manifiesto su posición disidente frente a ellos, ante el respaldo o el silencio elocuente de varios medios de comunicación colombianos, que parecen ser sus fieles escuderos.



Así lo demostraron muchos de nuestros colegas durante las últimas liberaciones de secuestrados producidas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, cuando las denuncias de periodistas como Hollman Morris y Jorge Enrique Botero entorno al intento deliberado del Gobierno por generar el fracaso del proceso, se convirtieron en su propia condena.



Ante el anuncio de Botero con respecto a la presencia de aeronaves colombianas sobre el sitio donde iban a ser entregados los cautivos a la comisión humanitaria, el comunicador no recibió ningún respaldo de sus colegas y sí una serie de atentados a su honra y dignidad, que nacieron en el alto Gobierno y que, por desgracia, tuvieron eco en algunas empresas periodísticas.



Las veracidad de las declaraciones, aunque fueron puestas en entredicho por parte del propio ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, fue ratificada por el periodista Hollman Morris, que permanecía en el lugar de los hechos persiguiendo un reportaje con los líderes de la insurgencia y que, por decisión de estos últimos, lo llevó al punto de entrega de ese primer grupo de liberados.



Santos, contradiciéndose a sí mismo, se vio obligado a admitir la presencia de la Fuerza Aérea Colombiana en el sitio donde fueron entregados los secuestrados, pero trató de poner la discusión a su favor, cuando exigió la apertura de una investigación en contra del periodista Hollman Morris, por sus supuestos vínculos con la guerrilla de las Farc.



Como era de esperarse, el grueso de la prensa colombiana le dio muy poca credibilidad a las explicaciones de Morris, quien reiteró que fueron los mismos guerrilleros los que lo citaron en la zona donde se hizo la entrega de los 4 prisioneros y sí incluyeron en su discurso manifestaciones de apoyo a las infundadas acusaciones del Gobierno.



Así las cosas, parece que en Colombia se hizo costumbre volver inverosímil cada verdad que afecte los intereses del Gobierno y satanizar a quienes la revelan, como lo evidencian estos hechos, y como también lo pueden ratificar periodistas del talante de Daniel Coronell, quien se vio obligado a dejar el país por varios años, víctima de amenazas contra su vida, con motivo de su ejercicio periodístico.



Coronell tuvo que huir lejos de las fronteras criollas, unos días después hacer público un reportaje en el que se evidenciaba que el helicóptero del padre del presidente, Alberto Uribe, había sido encontrado en un gigantesco complejo cocalero desmantelado por el Departamento Antidrogas de los Estados Unidos y varios cuerpos de inteligencia colombianos en 1984.



A pesar de la predecible estigmatización a la que fue sometido y de todas las situaciones calamitosas que debió soportar, el periodista no recibió la menor expresión de respaldo de parte de los medios de comunicación, lo cual se refleja en el casi desconocimiento que existe en la opinión sobre el particular.



En contraste, muchos de los medios nacionales hicieron un escándalo “de la madona” porque, supuestamente, Coronell ocultó material probatorio al reservarse la revelación que dio origen al escándalo de la “Yidis política”, cuando en realidad estaba amparado por la misma legislación colombiana, que en el parágrafo uno del artículo tercero del Código de Ética, contenido en la Ley del Periodista, reconoce su derecho de reservarse la fuente.



Para algunos medios, restringidos por compromisos políticos y económicos, fue más relevante el hecho de que Coronell hubiese ocultado esta verdad y no el vergonzoso capítulo que una vez más estaba escribiendo la clase política colombiana, que en esta ocasión ponía a la luz la fraudulenta aprobación de la reelección del presidente Uribe.



Por supuesto, tampoco fue relevante para esas empresas periodísticas el compromiso personal que el periodista había asumido con su fuente, la ex representante Yidis Medina, quien supeditaba el descubrimiento de las declaraciones al cumplimiento o no de las prebendas que le ofrecieron, a cambio de votar a favor del acto legislativo.



Luego de su larga estadía en territorio extranjero, el comunicador fue envuelto en otro de esos escandalillos que ponen fin a todas las crisis del Gobierno, al ser incluido en el llamado proceso de la “Farc política”, que no ha generado la primera acción judicial concreta.



El caso de Morris, Botero y Coronell, no por plausible deja de ser vergonzoso y tiene que llevar a la reflexión a quienes hoy se preparan para internarse en esta empresa tan peligrosa. Es una muestra palpable de la polarización que vive el país, orquestada por las grandes cadenas mediáticas, entorno de la cual se vive la más cruenta casería de brujas.



Es impresentable que los medios de comunicación toquen la misma nota del Gobierno Nacional, que rodeado de escándalos verdaderamente pavorosos, no sufren la menor crítica en ninguno de los espacios informativos, los mismos que dedican buena parte de su tiempo a acentuar los odios en contra de todo aquel que haga expreso su legítimo derecho de denunciar los abusos del poder.



Muy lejos estamos de alcanzar ese grado de compromiso que asumieron los dos periodistas de The Washington Post, quienes luego de una exhaustiva investigación, cumplieron su compromiso profesional de transmitirle la verdad a los estadounidenses, pese a las restricciones que les impuso el mismo medio para el cual trabajaban.



Mientras Woodward y Bernstein recibieron el reconocimiento de todos sus colegas y aún hoy son objeto de incontables expresiones de admiración, más que merecidas, quienes intentan asumir una tarea como esa en Colombia son víctimas de todo tipo de atropello.



Los periodistas que se atreven a hacer denuncias de esa naturaleza, en esta, la tierra del bien y del mal, no solo son tildados de terroristas y mentirosos, sino que son objeto del desprecio de la opinión, que incluye la posición oficial de las cadenas mediáticas más importantes el país, y lo que es más doloroso, de muchos de sus periodistas.



Se hace inconcebible la falta de solidaridad del gremio con ese tipo de colegas, a quienes poco les importa arriesgarlo todo, en búsqueda de su irrenunciable objetivo de informar y revelarle al país esas verdades ocultas con las que la mayoría de los colombianos preferiría no encontrarse, bien por miedo, por indiferencia o por oportunismo.



Triste resulta que en el concepto de muchos compatriotas, estos tres valiosos personajes sean vistos como “adefesios de la moralidad”, por el simple hecho de atreverse a enfrentar el poder, cuando de ello dependía el descubrimiento de la verdad.



En ese entendido, bienvenida sea la inmoralidad, siempre que el objetivo sea el alcance de una actuación verdaderamente ética, que sólo puede alcanzarse mediante la comprensión del objetivo central de nuestra profesión: servir de fiscalizadores del poder, en defensa de la ciudadanía. Una tarea que algunos llaman el “cuarto poder” y que otros adjudican a la necesaria ceración de un “quinto”, pero que en general muy pocos cumplen.



Qué ironía que un trabajo investigativo, profundo y veraz, como también lo fue el de “Watergate”, es decir, ejecutado con una rigurosidad periodística más que justa, sea objeto de la satanización a la que frecuentemente son sometidos quienes se atreven a desafiar a los poderosos.



Guillermo Cano, Jaime Garzón o Manuel Cepeda Vargas serían sólo unos nombres intrascendentes desde esas lógicas vergonzosas que utilizan los emporios informativos de nuestro país, para los cuales la libertad de prensa parece ser una receta recurrente y flexible, con ingredientes que bien pueden ser suplidos, sin alterar el producto.

10:12 a. m.

EL SECUESTRO DE LA SALUD Y LOS ALIMENTOS Y ALGUNAS FORMAS DE RESISTIR

Publicadas por Somos Sudacas |

Por Deborah Numpa

Se vende todo: hígados, riñones, plasma, lotes en la cara oculta de la Luna. Se arriendan úteros, espacios publicitarios en vientres gestantes, sonrisas de lactante, calostro de la propia madre. Los secuestradores de recursos libres recorren el universo con su rollo de etiquetas, marcando precios sobre lo inerte y lo viviente, del virus al cachalote, de las moléculas a los cuásares. Cuando el estafador callejero vendía al “gringo” la Torre Eiffel o los atardeceres de Lisboa, pensábamos “¿Cómo pudo el “gringo” pensar que eso estaba en venta?” Ahora sabemos que para Monsanto, Dupont, Sygenta[1] y demás bio-corporaciones todo está en venta, pues ya no hay linderos entre lo público y lo privado, entre lo sagrado y lo profano. Superando con creces al más fino estafador, estos “gringos” han logrado vendernos nuestros propios alimentos y remedios a la plena luz del día.

Se repite la violencia del egoísmo primordial, la del primer cromagnon que cercó la tierra y dijo “esto es mío”, sentando el nefasto precedente: la primera apropiación de recursos públicos. Sucedió y está sucediendo ahora: con el agua, con los genes, con el aire, con las semillas. Pronto la humanidad, en su memoria de corto plazo, olvidará que estos acontecimientos son aberrantes. Así sucedió con el rapto de la tierra: era de nadie, pero con el paso de los siglos acabamos por considerar “normal” verla fragmentada en lotes, parcelas y haciendas, aunque en nuestra memoria reptiliana aún sintamos un remoto gusto a estafa. La generación víctima de este robo primordial murió en la resignación impotente. Hoy nosotros presenciamos el nuevo atropello: ante nuestros ojos, los ríos, los bosques, las costas, los desiertos, las montañas, el aire, los cultivos alimenticios, los genes animales y vegetales, las células indígenas, los remedios naturales… están siendo vendidos, privatizados, concesionados o patentados. Si no reaccionamos a tiempo, las nuevas generaciones nacerán con el agua, el pan y la salud hipotecados, y pensarán que se trata de algo “normal”.

Blanco favorito del rastreo mercachifle son las cosas que nunca tuvieron dueño. Todo lo que la naturaleza, por miles de milenios, ha dispensado gratuitamente. El acto de apropiación consiste en descubrir un recurso que nadie pensó podría venderse -tal vez por escrúpulos humanistas-, e inventar una excusa para estamparle el “mío”, “solo mío”, y “se vende”. La excusa favorita para la apropiación es “la mejora”, la transformación humana del recurso en bruto. En nuestra petulancia creemos que la intervención humana “mejora” irremediablemente cualquier creación natural. Así, la selva arrasada y transformada en pastizal es ”mejor” que la selva virgen. Los árboles alineados y troquelados son “mejores” que los silvestres. Los ríos encajonados entre muros de cemento son “mejores” que los cauces pedregosos y salvajes. El ADN de insectos y gramíneas está “mejor” revuelto como las piezas de un Lego. Axioma del modernismo es que el trabajo del hombre “mejora” la naturaleza. Pero en su patética limitación, el hombre sabe que nunca podrá emular la perfecta, indescifrable, sutil complejidad de la naturaleza. En realidad le aterra lo que no comprende y por eso lo simplifica, empobrece y destruye.

Las leyes soslayan esta creencia: dan derecho de propiedad al perpetrador de “la mejora”. Los acuerdos TRIPS y las Leyes de Propiedad Intelectual conceden “derecho de patente” a los “mejoradotes” de seres vivos. Con este pretexto se colonizan impunemente nuestras especies alimenticias y medicinales: como maíz “mejorado”, trigo “mejorado”, arroz “mejorado” y remedios ancestrales “mejorados”. A menudo estos “productos” son plagiados sin más a la naturaleza o a los campesinos e indígenas que las seleccionaron por milenios. Así, el trigo Chapati Chor “de” Monsanto, cuya patente fue revocada en Munich en 2004, resultó ser el trigo Nap Hal de los hindúes, como demostraron Greenpeace y los propios agricultores.

Los “mejoradores” de seres vivos están secuestrando así dos sectores estratégicos para el control de la población: los alimentos y los medicamentos. Si no hacemos algo para evitarlo, ellos decidirán sobre nuestra salud y nuestra enfermedad, sobre nuestra vida y nuestra muerte. Ellos cocinarán en sus laboratorios todo lo que circule por nuestras venas, intestinos y dendritas, y podrán deformar a su antojo nuestro cuerpo y nuestra mente, entontecernos, debilitarnos, mutarnos, alargarnos, engordarnos, anestesiarnos, esterilizarnos... Si nada impidió a químicos y genetistas mercenarios experimentar con la población cautiva en cárceles, psiquiátricos, internados, hospitales y cuarteles, qué no harán cuando nadie pueda beber otra cosa, comer otra cosa, inyectarse otra cosa que productos “modificados”. Los peligros que representan los transgénicos para el ambiente y la salud se manifiestan ya tanto en su inestabilidad genómica como en las enfermedades de los animales que los consumen[2]. El mundo está entregando las llaves de su despensa a compañías como Monsanto, artífice del Agente Naranja que deformó a generaciones de vietnamitas, de las dioxinas que envenenaron la ciudad de Times Beach, de la hormona de crecimiento bovino que causó epidemias de mastitis y terneros deformes, y del aspártamo, el endulzante cancerígeno. Empresas de tan altos designios humanistas pretenden monopolizar el mercado de la alimentación y de la salud mundial.
[3]
http://www.avizora.com/temasquequeman/textos/transgenicos_quien_es_monsanto_0007.htm
http://es.banterminator.org/the_issues/introduction/terminator_technology_suicide_seeds_are_back
http://www.jornada.unam.mx/2005/02/08/027a1eco.php
2006.http://www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArticle&code=ENG20060827&articleId=3082


A través del sistema de patentes, Las bio-corporaciones han emprendido una febril carrera de colonización de todas las formas de vida, enteras, por trozos, en líneas celulares,[4] vegetales, animales y humanas. Con la complicidad de los hospitales se patenta el bazo de pacientes como John Moore. En las campañas de vacunación se roban muestras de sangre a amazónicos e islandeses. En las selvas tropicales, turistas, ONGs-tapadera e investigadores mercenarios[5] usan a los sabedores indígenas para identificar las especies “bio-activas”, y ahorrarse el esfuerzo de discernir por si mismos las especies “útiles” de las “no comerciales”. Así se robó el tepezcohuite a los mayas de Chiapas, y la ayahuasca y la rana philomedusa a las etnias amazónicas. Los bancos de germoplasma engrosan sus colecciones año tras año con moléculas sustraídas a los países “en desarrollo”. Una vez patentadas, a los usuarios milenarios de estas plantas (indígenas y campesinos) se les prohibirá su uso no autorizado (esto es, sin pago de derechos de propiedad intelectual) pudiendo ser criminalizados por “infringimiento de patente”.

El polen deforme de las plantas transgénicas contamina los cultivos orgánicos y las especies silvestres, y con ello las compañías se abrogan el derecho a imprimir sobre ellos su marca de fábrica. En una orquestada y perversa tergiversación legal, estos gigantes de la mutación han logrado erigirse de victimarios en víctimas, persiguiendo a los campesinos contaminados por utilizar “sus productos” sin pagar derechos de patente. El canadiense Percy Schmeiser fue el primer agricultor demandado por Monsanto, el 6 de agosto de 1998[6], al descubrirse que su cultivo de canola estaba infectado por la variedad modificada de canola “Roundup Ready”. (http://www.percyschmeiser.com/) Por similar “infringimiento de patente”, la empresa también llevó a juicio a cientos de agricultores estadounidenses y argentinos. (http://www.percyschmeiser.com/MonsantovsFarmers.htm). Dignos del futurismo de Huxley, Orwell o Bradbury, los inspectores de Monsanto patrullan los sembrados en busca de pruebas genéticas de robo industrial.

Todo esto está ocurriendo con la complicidad de nuestros gobiernos peleles y las mercenarias élites nacionales. Tras los pasos de México y Chile, Colombia y Perú han dado luz verde a los TLCs con EEUU. Sus cláusulas sobre la propiedad intelectual (capítulos 16) permitirán a las bio-corporaciones apropiarse y patentar impunemente nuestras plantas y animales. A su vez, forzarán la suscripción al acuerdo UPOV 91, que prohibe a los campesinos el intercambio de semillas. (http://www.sendas.org.ec/docs/TLC, %20agua%20y%20biodiversidad.doc). Así, en México, la llamada “ley Monsanto” prohíbe ya el uso de plantas que por milenios ha hecho parte de la botica doméstica. Todo augura el triunfo de la avaricia criminal, la esterilización de suelos y simientes y la invasión de plagas mutantes liberadas en agua y aire por estas desaprensivas bio-Pandoras.

Pero no todo está acabado. Miles de voces y acciones se están alzando a lo largo y ancho de la Tierra contra el secuestro de la vida. Unos por vías legales, otros en franca desobediencia a la ilegítima legalidad. En estas páginas lanzamos algunas de ellas con la esperanza de animar a los lectores a activarse, luchar contra la avaricia criminal y arrojar nuevas propuestas.

Información popular sobre los TLCs, las patentes sobre la vida, los transgénicos y la biopiratería. Es necesario dar a conocer a las comunidades de base los tratados comerciales que están firmando sus gobiernos, particularmente los capítulos 16 de los TLCs sobre protección de la propiedad intelectual. Es urgente crear materiales informativos en formatos sencillos y amenos para informar a toda la ciudadanía, particularmente la que no tiene acceso a internet (talleres, emisiones radiales, cartillas, comics, afiches, materiales audiovisuales…).

Presión a los gobiernos y las multinacionales. El 9 de agosto de 1998, se lanzó la campaña “Monsanto sal de la India ” en conmemoración del día en que Gandhi pidió a los británicos que salieran de la India. 10.000 personas enviaron el mensaje a la empresa. Esto fue una reacción contra la compra de la mayor empresa de semillas de la India –MAHYCO- por Monsanto, y su adquisición del Instituto Indio de Ciencias en Bangalore. Adicionalmente, en octubre el gobierno permitió la libre importación de soya, por lo que las “Mujeres por el Derecho a la alimentación” protestaron ante la posibilidad de ser alimentadas con soya transgénica.
http://www.accionecologica.org/index.php?option=com_content&task=view&id=433&Itemid=43


Archivos digitales contra la biopiratería. Ante el intento de robo del turmérico, del árbol neem y del arroz basmati, se lanzó en Nueva Delhi el ambicioso proyecto de la Biblioteca Digital de Conocimiento Tradicional (Traditional Knowledge Digital Library-TKDL, inaugurada el 26 de Marzo de 2002. La TKDL está digitalizando la tradición médica de los Ayurveda, de la naturopatía, la homeopatía y la medicina folklórica, para evitar que estas ciencias milenarias sean patentadas y bio-pirateadas. Estos conocimientos pronto estarán disponibles en el dominio público en varios idiomas. ¿Podría un proyecto similar proteger los remedios y cultivos ancestrales de América Latina? Nuestras organizaciones populares e indígenas harían bien en tender puentes con países como la India , de larga experiencia contra los abusos corporativos, para asesorarse sobre formas de proteger sus tradiciones agrícolas y medicinales. Toca aprender inglés, pues desconocemos muchas propuestas importantes en el mundo anglófono a causa de nuestra limitación (o repulsa) lingüística. Pero la lengua franca del imperialismo transporta también buenas ideas anti-imperialistas.
http://www.infinityfoundation.com/mandala/t_es/t_es_TKDL.htm

Ruptura de patentes. Tailandia y Brasil son pioneros en la guerra de la “ruptura de patentes”, al romper la patente del retroviral Efavirenz contra el VIH. Este medicamento es fabricado comercialmente por la multinacional farmacéutica Merck Sharp & Dhome, pero su genérico puede obtenerse en la India por un tercio de su precio. El valeroso ejemplo de Brasil y Tailandia podría animar a países en similares circunstancias a romper nuevas patentes en caso de emergencias de salud pública.
http://migas.wordpress.com/2007/05/28/brasil-y-thailandia-rompen-patentes-de-la-industria-farmaceutica/
http://www.20minutos.es/noticia/230606/0/Brasil/patentes/sida/
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=51799

Revocación de patentes. Algunos especialistas en propiedad intelectual están con los “subalternos” y trabajan por la revocación de patentes concedidas sobre plantas, animales y remedios ancestrales. Véanse por ejemplo los logros de Greenpeace ((http://www.greenpeace.org/mexico/news/revocan-patente-de-monsanto-po) y del grupo ETC
(http://www.etcgroup.org/es/materiales/publicaciones.html?pub_id=625). La pregunta que nos asalta es la siguiente: en vez de entrar en su juego perverso ¿no deberíamos simplemente boicotear el ilegítimo y aberrante sistema de patentes sobre la vida? http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/5103

Quema de cultivos, graneros y laboratorios transgénicos. Las transnacionales y sus gobiernos lacayos raramente informan a las poblaciones sobre la ubicación y los riesgos de los cultivos transgénicos. No es de extrañar así la cólera incendiaria de franceses e hindúes contra los cultivos experimentales de Novartis y Monsanto. Lo que maravilla es que en medio de tanto atropello, los graneros de Monsanto en St. Louis Missouri sigan operando sin mayores contratiempos. http://www.redtercermundo.org.uy/revista_del_sur/texto_completo.php?id=844
http://www.accionecologica.org/index.php?option=com_content&task=view&id=433&Itemid=43

Negativa de la ciudadanía a cultivar y consumir alimentos transgénicos. En el Reino Unido, los miembros del Parlamento se han negado a consumir alimentos de origen transgénico en sus refectorios..
En Venezuela, la organización Vía Campesina instó al presidente Hugo Chávez a desistir de firmar un convenio con Monsanto para el cultivo de soya transgénca. Los trangénicos se prohibieron en Venezuela en aras de la seguridad alimentaria[7]
http://www.elcanelo.cl/elcanelo/transgenicos%20protocolo.htm
http://www.accionecologica.org/index.php?option=com_content&task=view&id=433&Itemid=43

Etiquetado de los productos transgénicos
http://www.greenpeace.org/mexico/de-actualidad/senado-exige-etiquetar-transge
http://www.biotech.bioetica.org/i10.htm
http://www.belt.es/noticias/2003/03_enero/13_17/17/17_alimentos_transgenicos.htm

Piratería entre las propias empresas. Un desarrollo inédito de todo este fenómeno es la piratería industrial entre las propias corporaciones. Ya hay empresas flotantes que ofrecen recompensas a investigadores mercenarios por romper patentes de grandes farmacéuticas[8], farma-piratas off-shore que ofrecen versiones genéricas de drogas “de marca” al mejor postor. Pero quien roba al ladrón…
http://findarticles.com/p/articles/mi_m0DED/is_6_21/ai_69709535

SI CONOCES OTRAS FORMAS DE ESCAPAR
AL SECUESTRO DE LA SALUD Y LOS ALIMENTOS
LÁNZALAS A ESTE FORO VIRTUAL
(Añade los enlaces web para que todo/as
Podamos informarnos)

[1] http://www.etcgroup.org/es/materiales/publicaciones.html?pub_id=623
[2] Dra. Mae Wan Ho del Instituto ISIS en Inglaterra estudios europeos que reportan graves alteraciones en varios eventos transgénicos posterior a su comercialización. ISIS Press Release, 13 En. 2004; ISIS Press Release, 13 Dic.2003. http://www.elcanelo.cl/elcanelo/transgenicos%20protocolo.htm#COMPAÑIAS%20BIOTECNOLOGICAS
[3] Para una semblanza completa de Monsanto, véase el artículo de AVIZORA: “¿Quién es Monsanto?” http://www.avizora.com/temasquequeman/textos/transgenicos_quien_es_monsanto_0007.htm

[4] Últimos datos globales sobre transgénicos: http://www.elcanelo.cl/elcanelo/transgenicos%20protocolo.htm.
[5] Léase urgentemente el libro de SAIIC “Protegiendo lo nuestro: Pueblos Indígenas y Biodiversidad”, http://saiic.nativeweb.org/biodiverspan.html
[6] http://www.jornada.unam.mx/2005/02/08/027a1eco.php
[7] L. Haynes, 23 Abr. 2004
[8] “INDUSTRY NEWS: $10,000 Offered to Break Geron Patent” (http://findarticles.com/p/articles/mi_m0DED/is_6_21/ai_69709535).

10:11 a. m.

Uribe denuncia a cerca de 200 mil colombianos de colaborar con las Farc

Publicadas por Somos Sudacas |

Uribe denuncia a cerca de 200 mil colombianos de colaborar con las Farc



Todo colombiano es guerrillero hasta que no se demuestre lo contrario

El presidente Uribe no tuvo reparos en agraviar a la comisiòn de "Colombianos y colombianas por la paz", simplemente porque ofrecieron una salida de menor costo social para devolverle la libertad a un puñado de secuestrados por la guerrilla de las Farc, olvidando que la iniciativa ha sido apoyada por màs de 200 mil compatriotas.



Por Giovanni González Arango



Mucho se ha criticado a los movimientos de izquierda porque en màs de una oportunidad han sacrificado el espìritu humanista que dicen representar cuando ha estado en juego la viabilidad polìtica de su proyecto ideològico.


Pues esta vez es el presidente Uribe y su gabinete ministerial los que parecen hacer prevalecer una conducta idelògica sobre el bienestar colectivo y, lo que es peor, sobre la vida y la dignidad de los colombianos.


Ante el respaldo que los recièn liberados le ofrecieron al trabajo de la comisiòn de notables, en pro de un acuerdo humanitario y en favor de la revisiòn de la polìtica de seguridad democràtica, Uribe volviò a hacer gala de su intolerancia y, sin la menor objeciòn, se atreviò a denominarlos como "los intelectuales de las Farc".


Tales sindicaciones no solo evidencian el sectarismo y el intento de polarizaciòn al que sigue jugando el gobierno sino que deja a las claras que el bienestar de los colombianos lejos està de sus intereses, inmersos en el propòsito por consolidar un proyecto polìtico de ultraderecha, que busca transformar la conciencia colectiva de los colombianos, y en el que no hay lugar a los disentimientos.


Si los colombianos leemos acertadamente todas las incidencias que se encierran en este pronunciamiento, podremos advertir la naturaleza misàntropa que enmarca el proceso polìtico que vive el paìs en la actualidad, en el que no cabe ninguna consideraciòn humnitaria y sì prevalecen el autoritarismo y la infaltable represiòn.


El presidente olvida que sus ataques a la comisiòn de "Colombianos y colombianas por la paz" no solo agrede al grupo de personalidades que han liderado la iniciativa de diàlogo con los actores violentos sino tambièn a los cerca de 200 mil compatriotas que han firmado las cartas que este grupo le ha enviado a la guerrilla de las Farc, que, a la postre, permitieron la liberaciòn de seis secuestrados.

Es evidente el error de càlculo de un presidente que no tolera el menor grado de disenso y que ante un reclamo libre y legìtimo como el que han hecho el ex gobernador del Meta, Alan Jara, y el ex diputado del Valle, Sigifredo Lòpez, en favor del acuerdo humanitario, activa sus mecanismos de defensa, como lo hacen los animales salvajes cuando se ven amenazados.


Uribe no concibe la pluralidad, pues la considera un sinònimo de desobediencia que no es admisible en el proceso de "refundaciòn estructural" al que ha sido sometido el Estado colombiano. De ahí las salidas en falso que, como esta, no deberìan menos que generar el absoluto rechazo de la opiniòn.


Ademàs, resulta evidente que la vida de los secuestrados ocupa un lugar secundario en los intereses del gobierno, pues asì lo demuestran sus mil y un intentos por hacer fracasar el ùltimo proceso de liberaciones. Los sobrevuelos sobre la zona donde fue entregado el primer grupo de liberados, sumado a las declaraciones insultantes en contra de la comisiòn de notables y sus frecuentes mentiras, lo evidencian.


El presidente Uribe ha demostrado, y con creces, que su sed de poder y de mantener la ejecuciòn de un proyecto polìtico de ultradercecha, prevalecen sobre cualquier otra consideraciòn, aùn cuando esos propòsitos vayan en contra de los intereses nacionales.


Esos atentados contra la honra y la dignidad de los que hoy son vìctima màs de 200 mil compatriotas parecen demostrar que en Colombia existen 40 millones de personas susceptibles de ser acusados como colaboradores de la guerrilla de las Farc y de ser enemigos de la patria, como lo ha hecho el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, ante todo asomo de crìtica.


Como se lo dijo el titular de la certera a Colmundo Noticias cuando se le tocò el tema de los "falsos positivos": "cualquiera que sea capaz de atacar la polìtica de seguridad democràtica es porque està en contra de la patria", en concepto del gobierno.



Vistas asì las cosas, no se le haga raro que usted, señor lector, por el simple hecho de atestiguar las consideraciones expresadas por esta voz de protesta, se convierta en objetivo polìtico y militar del Estado colombiano, que ve en sus acciones "temerarias" una innegable "connivencia" con el terrorismo. Allí, por lo visto, no se contempla la esencia democràtica que demanda la carta constitucional del 91.

9:22 a. m.

Salmon Cultural Regresa

Publicadas por Somos Sudacas |


pensaron que llenándonos La Casa con sus perros adiestrados, alcanzaría para enmudecernos de música y de canto…

…creyeron que intimidándonos con su "justicia oficial" bastaría para invisibilizar nuestros encuentros de magia y resistencia…

…sospecharon que armando aquel viernes semejante circo, amedrentarían a nuestro "público" y a nuestras "funciones"…

Pues bien…

A pesar de las indiscutibles medidas necesarias que tocaron asumir y justo cuando estábamos limpiándonos los pañales del susto: nos dimos cuenta que habíamos crecido tanto –también gracias a las incontables e invaluables muestras de solidaridad recibidas-, que ya no necesitábamos seguir usándolos…

Y así, más maduros y más maduras: resolvimos entonces darle continuidad a lo que en todo este tiempo hemos sido, a lo que en este nuevo hoy somos…, y por sobre todas las cosas asumimos el compromiso con nuestra única bandera -que una vez flameará en lo alto-, allá arriba, inmensamente alto, a la altura, bien a la altura de nuestros sueños…

A Ivan….Yuri…. donde estén, les decimos que estamos cosechando sus enseñanzas y plantando como legado más y más semillas… que gracias por todo, que estarán siempre con nosotros, aquí en su casa, la NUESTRA, desde donde se les invocará en cada reencuentro, desde donde siempre –lo sabemos- les esperamos…

A USTEDES, los y las que por aquí andamos, el viernes 6 es la cita, a las 6 pm…



SALMÓN – el regreso-

Jornada de Solidaridad con la Salmón Cultural

Contra la criminalización del movimiento social

Reflexiones sobre coyuntura, charlas, fotografías, Estampado, Concierto, Música y rumba…

Entrada 4 Lks



Una vez más y más que nunca, les esperamos…



¡Corramos la Voz...Avisenle a los vecinos!!!

9:22 a. m.

Detalles del testimonio que involucra a Uribe con masacre

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Detalles del testimonio que involucra a Uribe con masacre
viernes, 16 de enero de 2009
"A unos los mataron de un tiro en la nuca, bocabajo, en la plaza del pueblo; también ultimaron a un joven de 14 años,...."
GONZALO GUILLEN y GERARDO REYES
El Nuevo Herald

CORTESIA COLPRENSA
Francisco Enrique Villalba Hernández.




El ex paramilitar colombiano Francisco Enrique Villalba Hernández declaró ante la Fiscalía General de Colombia en febrero pasado que el presidente Alvaro Uribe y su hermano Santiago participaron en la planeación de una masacre en el norte del departamento de Antioquia, según una copia del testimonio obtenida por El Nuevo Herald.
Parte de la confesión de Villalba, cuya credibilidad Uribe atacó esta semana, fue utilizada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para condenar a Colombia por esa masacre, ocurrida en el caserío El Aro en 1997, según un extenso fallo de ese tribunal hace dos años.
Villalba no comprometió al mandatario ni a su hermano en los testimonios ante la CIDH, pero su relato fue parte de las pruebas que sirvieron al tribunal para concluir que en la matanza de El Aro agentes de la fuerza pública colaboraron con grupos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para asesinar a sangre fría a por lo menos 15 campesinos "en estado de indefensión, despojando a otros de sus bienes y generando terror y desplazamiento'', según el fallo, de 160 páginas.
El mismo fallo cita un testimonio en el sentido que la gobernación del departamento de Antioquia, entonces a cargo del hoy presidente Uribe, se negó a prestar protección a los habitantes de El Aro al enterarse que el ataque paramilitar era inminente.
"Ante esta situación, como dos meses antes de la toma, la Junta de Acción Comunal de El Aro pidió protección a la gobernación [de Antioquia], la cual no fue otorgada'', expresa la sentencia del CDIH.
Hasta ahora sólo se conocían indirecta y fragmentariamente alguno aspectos de la declaración de Villalba ante la fiscalía colombiana revelados por Uribe sorpresivamente durante una entrevista radial esta semana para rechazar los señalamientos del ex paramilitar.
Pero El Nuevo Herald obtuvo una copia completa de la declaración que, en efecto, contiene reiterados testimonios de Villalba de que Uribe, cuando era gobernador del departamento de Antioquia, se codeaba con los máximos jefes de las AUC y dio carta blanca para llevar a cabo la masacre.
"[Alvaro Uribe nos dijo] que lo que hubiera que hacer que lo hiciéramos'', declaró Villalba al describir una reunión en la que participaron líderes de las AUC, militares y los hermanos Alvaro y Santiago Uribe.
La declaración de 19 páginas de Villaba describe con nombre y pormenores una estrecha relación de complicidad y camaradería entre autoridades militares y policiales con los cabecillas de los escuadrones de la muerte.
Villalba denunció la muerte de funcionarios de la fiscalía que investigaban la masacre, el asesinato de activistas de derechos humanos que colaboraban con las autoridades en el esclarecimiento de los hechos y tres atentados, uno de ellos con cianuro que le pusieron en una bebida de malta.
La declaración contiene por los menos dos inconsistencia: que uno de los militares que Villalba mencionó como participante en una reunión a finales de 1997 había fallecido en abril de ese año y que la fecha de la masacre no fue en noviembre, como él sostuvo, sino en octubre de ese año.
Cuando los paramilitares llegaron a El Aro, un caserío de unos 500 habitantes en una zona montañosa del norte del departamento de Antioquia, llevaban una lista de sus víctimas, relató Villalba al diario El Colombiano de Medellín.
A unos los mataron de un tiro en la nuca, bocabajo, en la plaza del pueblo; también ultimaron a un joven de 14 años, pero en el caso del dueño del almacén de abarrotes Marco Aurelio Areiza Osorio, un comerciante de 64 años, apreciado en la región por su generosidad, los paramilitares se ensañaron con una pasmosa frialdad.
Según los testimonios obtenidos por Human Rights Watch y periodistas colombianos, le ordenaron al comerciante que preparara un sancocho, y después que lo sirvió lo amarraron a un naranjo y, vivo, le sacaron el corazón, luego los ojos y después le arrancaron los testículos.
Algunos niños que se escondieron cerca a la plaza lo vieron todo
"El bujaba [mujía] duro y luego chillaba como un niño'', le dijo uno de los menores a los periodistas Carlos Giraldo y Miguel Garrido, de El Colombiano.
Los paramilitares ingresaron a El Aro el sábado 25 de octubre, un día antes de elecciones municipales. La toma del pueblo duró unos cuatro días, durante los cuales unos 120 paramilitares con uniformes de las AUC asesinaron campesinos, violaron mujeres, saquearon negocios y robaron unas 900 cabezas de ganado, según documentos judiciales.
Villalba, de 36 años, confesó que había participado en ésta y otras masacres de las AUC.
Tres meses después de los hechos de El Aro, se presentó ante las autoridades judiciales porque estaba cansado de tantas muertes y se habían planeado atentados con los que no concordaba, dijo. Hoy cumple una pena de 33 años de prisión en la penitenciaría La Picota de Bogotá.
Según sus declaraciones a la policía, el Ejército y las AUC planearon la toma de El Aro para escarmentar a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y rescatar a unos ocho ganaderos y comerciantes que los rebeldes tenían secuestrados.
Villalba aseguró que tres días antes de la incursión en El Aro hubo una reunió en una finca de un hacendado --que no identificó-- en el municipio de La Caucana, en el noroeste de Antioquia. Al encuentro asistieron además de mandos militares de la IV Brigada y de la policía, cabecillas de las AUC y los hermanos Uribe, agregó.
"Estuvo también Santiago Uribe y Alvaro Uribe, que era gobernador cuando eso'', dijo el testigo.
A la pregunta de si conocía anteriormente a los Uribe, Villalba respondió que en el caso de Alvaro no, pero que Santiago "siempre fue conocido en la organización porque todavía tiene un bloque de Autodefensas en Santa Rosa de Osos''.
Villalba afirmó que se enteró de quién era Uribe después de la masacre cuando el entonces gobernador se presentó en la misma finca a felicitarlos por el éxito de la operación.
"Supe que era Alvaro Uribe porque él se presentó, habló con nosotros y dijo que la operación había sido un éxito, que los secuestrados habían salido sanos y salvos'', dijo Villaba. "Ahí llegó con un escolta, de apellido Serna'', agregó.
Los ocho secuestrados fueron liberados.
Esta semana Uribe aseguró que jamás he estado en La Caucana.
Villaba declaró a la fiscalía que años después vio de nuevo al escolta Serna, pero esta vez como guardia del Instituto Nacional Penitenciario (INPEC), en la cárcel de La Picota de Bogotá. Serna lo reconoció y lo saludó, agregó.
En la reunión previa a la masacre estuvieron presentes los cabecillas de las AUC Carlos Castaño, entonces máximo jefe de la organización y quien fue asesinado; Salvatore Mancuso, segundo al mando, y otros que identificó con los alias 'Noventa'', "Cobra'', el Negro Ricardo y Junior.
También acudió un hombre a quien identificó, vacilando, como José Ardila, de las organizaciones de autodefensas campesinas legalizadas por el gobierno y conocidas como las Convivir.
Al referirse al paradero de Ardila, Villalba dijo:
"[Ardila] estaba declarando en contra de Alvaro Uribe, a él lo sacaron de la cárcel, estaba condenado a 60 años y lo desaparecieron, no sé dónde estará''.
Mancuso fue condenado por la justicia colombiana a 40 años de prisión por la masacres de El Aro y La Granja. En esta última fueron torturadas y asesinadas cinco personas el 11 de julio de 1996.
Según el declarante, Alvaro Uribe "fue invitado por Carlos Castaño'' a la reunión previa a la masacre y luego presentado por Mancuso ante los asistentes.
En esa reunión Uribe habló en público, detalló Villalba.
"'Alvaro Uribe decía recomendaciones, que los secuestrados, que todos salieran salvos y que lo que hubiera que hacer que lo hiciéramos'', dijo el testigo.
En cuanto a la finca donde se realizaron las reuniones, el ex paramilitar señaló que "a mano izquierda hay unos corrales y una caballeriza, esa finca no tenía nombre pero todavía existe, nosotros llegamos un día antes [de la reunión], con mis 22 hombres''.
Villalba declaró ante Carlos A. Camargo Hernández, fiscal noveno especializado de la Unidad Nacional de Fiscalías de Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario, que el encuentro ''fue de día, empezó como a las 10 de la mañana y terminó [a las] 3 de la tarde, después que almorzaron y todo''.
Según el testigo, Mancuso y Castaño llegaron "en un helicóptero gris, pequeño, [que] bajó a la finca directamente'' y en la zona 'habíamos (sic) como 100 hombres [de escuadrones de la muerte] con los del pueblo y los 22 que yo tenía''.
Cuando el fiscal le preguntó si los escuadrones de la muerte recibieron ayuda de de la fuerza pública, Villalba declaró: "Sí doctor, de la IV Brigada [de Ejército]. Lo digo porque antes de la masacre hubo una reunión; hubieron (sic) retiradas de tropas de los retenes [de control militar en el área], suspendido los retenes de tropa en la carretera''.
Villalba le dijo al fiscal que con anterioridad a sus declaraciones de febrero de este año había entregado a la justicia detalles de ésta y otros masacres a funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de Medellín.
También declaró sobre la participación de los hermanos Uribe, de lo cual quedaron grabaciones en cintas magnetofónicas, indicó.
Pero "las grabaciones resultaron en manos de Mancuso'', explicó Villalba, y los funcionarios del CTI fueron asesinados en septiembre de 1999.
'A ellos los mataron en Medellín, los mató la gente de la banda de La Terraza y a mí me mandaron que me callara'', dijo.
La Terraza es una enorme agencia de asesinos a sueldo de Medellín que ha operado bajo la dirección de poderosos narcotraficantes y paramilitares.
Sobre la reunión en la que participaron los hermanos Uribe Vélez, dijo Villalba, también habló varias veces con el director del CTI de Medellín, "un señor de gafitas, joven, y le comenté lo de [la reunión] de La Caucana y no dijo nada, se quedó callado''.
El testigo aseguró que también habló sobre estos temas con María Teresa Gallo, fiscal especializada de terrorismo y derechos humanos.
"Me prometió muchas cosas, como cambio de identidad, sacarme de la cárcel y mandarme a otro país'', dijo.
En enero de 2007 Villalba trasladado a Medellín para declarar contra el militar Juan Manuel Grajales por otra masacre cometida por paramilitares en noviembre de 1997 en La Balsita, municipio de Dabeiba, Antioquia.
En esa oportunidad fueron asesinadas 15 personas y entre los responsables, asegura, "también estaba el hermano de Alvaro Uribe, Santiago, que prestó como 20 pelados [sicarios] para eso''.
Villalba tiene una segunda condena de 37 años de prisión por la masacre de La Balsita. Los ''pelados'' que habría prestado el hermano del presidente Uribe, pertenecían a la banda paramilitar Los Doce Apóstoles'', que según varias versiones judiciales comandaba directamente Santiago Uribe.
Villalba afirmó que el 13 de febrero de 1998 decidió entregarse voluntariamente a la Fiscalía, pues militares activos, narcotraficantes y paramilitares planeaban varios crímenes con los que no estaba de acuerdo.
Los planes se cumplieron. Según el testigo, este grupo asesinó al periodista y humorista Jaime Garzón, al abogado Jaime Umaña y al defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo.
Valle había advertido desde 1996 que narcotraficantes, militares y escuadrones de la muerte se disponían a cometer la masacre de El Aro. En respuesta, el hoy presidente Uribe, entonces gobernador de Antioquia, acusó públicamente a Valle de ser enemigo de las fuerzas armadas y el ejército lo enjuició por calumnia.
Luego fue asesinado en Medellín.
A Valle, dice Villalba, "lo mató la banda de La Terraza y a mí me mandaron a que me callara [...] lo mandaron a matar por las investigaciones que llevaba sobre la masacre del Aro. Era uno de los que me ayudaba porque supo cuando yo me entregué y me iban a matar para que no dijera nada''.
El fiscal que estaba encargado de la investigación de Valle, tuvo que salir del país, dijo.
Además del presidente Uribe y su hermano Santiago, en los expedientes judiciales figuran el ex general Carlos Alberto Ospina --comandante de las fuerzas armadas durante el primer gobierno de Uribe--, quien en el momento de los hechos era comandante de la Cuarta Brigada de Ejército, acantonada en Medellín, y el general de Ejército Alfonso Manosalva Florez, quien según testigos como Villalba y Mancuso entregó a los escuadrones de la muerte la lista de las personas que debían matar en La Granja y El Aro.
El presidente Uribe señaló como una de las inconsistencias de la declaración de Villalba que la afirmación que Manosalva estaba presente en una reunión en noviembre de 1997 con líderes paramilitares cuando éste había fallecido en abril de ese año.
Villalba relató que ha sido víctima de tres atentados. El primero ocurrió en la cárcel de la ciudad de Palmira después de haber hablado con la fiscal Gallo.
"Un muchacho de las autodefensas, Edison Parra, [condenado por un homicidio en el Llano, me dio una puñalada del lado izquierdo, a la altura del pecho''.
Dos meses después, "en el mismo patio me hicieron otro atentado con cianuro en una Pony Malta [marca de bebida de malta]. Me la hizo Edwin Tirado, también de las AUC, que ahora está en la cárcel de Montería, él era un ex trabajador de Mancuso''.
"Los atentados se los atribuyó a Mancuso, en esos días yo estaba declarando contra la Fuerza Pública'', agregó.

Modificado el domingo, 18 de enero de 2009

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Es un Colectivo de comunicación popular y alternativa que surgió en junio de 2001. Nuestro programa fue transmitido ininterrumpidamente hasta el 28 de octubre de 2004 cuando fue cerrado INRRAVISIÓN por el gobierno nacional. Anteriormente la palabra “sudaca” se utilizaba para nombrar a los sudamericanos que se encontraban exiliados en Europa, producto de las dictaduras militares en el cono sur espacialmente. Un término despectivo que también encierra la estigmatización contra los latinoamericanos: “sudor y caca”. Estos dos elementos que para muchos son símbolo de “excoria social” para nosotros significan perseverancia, resistencia y desde el punto de vista fisiológico, una necesidad humana que por fea y desagradable que parezca es parte de nuestro cuerpo. Lo que para los estilistas del lenguaje es peyorativo, para nosotros refleja la exclusión que por tantos años ha padecido los pueblos americanos. Esa odisea que aún no termina y que por tanto, si queremos incidir en el cambio social, debemos mirar hacia los “sudacas” que en la cotidianidad enfrentan la segregación étnica, social, cultural, política y económica.
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