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MUJERES: LA HORA DE LA PALABRA

Publicadas por Somos Sudacas |


MUJERES: LA HORA DE LA PALABRA

"PAZ CON JUSTICIA PARA COLOMBIA"

Liliana Daunes*

El 25 de noviembre, día de la No Violencia contra la Mujer, se dejó en la Embajada de Colombia en Buenos Aires un escrito avalado por las firmas de mujeres de las más diversas corrientes políticas y sociales argentinas, en las que se demandaba al gobierno de Uribe que inicie ya los acuerdos humanitarios y abra paso a una solución política del conflicto. En la fundamentación de la demanda se sostiene que: "La guerra en Colombia es un factor de devastación del pueblo hermano, que impacta de manera especial sobre las mujeres. En estas décadas las mujeres colombianas sufrieron de manera agravada las consecuencias del terrorismo de Estado, de las migraciones forzadas, de la acción paramilitar, de violaciones, el uso de sus cuerpos como territorios y trofeo de guerra, la destrucción de sus hogares, la desaparición y asesinato de sus familiares. La maquinaria estatal de destrucción y muerte que cuenta con la financiación del Plan Colombia, y con el aval militar norteamericano, es un factor de desestabilización para todo el continente, y expresa la subordinación del gobierno colombiano a los intereses de la hegemonía del gobierno de Estado Unidos".

El petitorio, entregado por una delegación de mujeres de Paraguay, Brasil, Uruguay, Argentina y Colombia, fue recibido y sellado por un empleado de la Embajada, ya que no se encontraba ninguna autoridad política. Afuera de la Embajada, bajo un sol agobiante, diferentes grupos de mujeres hacían oír su voz, y gritaban las dos consignas centrales que unifican a la Plataforma Continental de Mujeres: ¡ACUERDO HUMANITARIO YA! y ¡SOLUCIÓN POLÍTICA AL CONFLICTO!

En una jornada intensa, a través de una radio abierta frente a la Embajada, hablaron mujeres de distintos países latinoamericanos que se habían dado cita en esta movilización de solidaridad con Colombia, mientras al mismo tiempo se pintaban murales, se hacían stencils con el logo de la Plataforma Continental de Mujeres, se desarrollaba una performance, se cantaba y bailaba.

Toda la alegría contra la muerte, toda la alegría contra el dolor, se expresó en esta movilización, que nació meses atrás, en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres realizado en la provincia de Neuquén, en el que la visita de la senadora colombiana Piedad Córdoba Ruiz, permitió que agrupaciones de mujeres de toda la Argentina, de un amplio arco político que abarca desde sectores de izquierda, hasta sectores ligados al oficialismo, y sectores de la oposición, y de un amplio arco social, del que participan mujeres piqueteras, campesinas, indígenas, sindicalistas, intelectuales, estudiantes, amas de casa, resolviéramos agruparnos en torno al objetivo de luchar por la paz con justicia para Colombia; concretando entonces el Capítulo Argentino de una Plataforma Continental de Mujeres, que tomó forma pública definitiva el día 24 de noviembre, en una reunión realizada en la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado, en la que participó la defensora de los derechos humanos colombiana Gloria Cuartas, y la militante de la Marcha Mundial de Mujeres – Capítulo Colombia- María Clara Plata.

Durante la jornada de debate sobre los objetivos y las iniciativas a desarrollar por la Plataforma Continental de Mujeres, se coincidió en la realización de un llamamiento para que se escuchen todas las voces, como camino para crear una oportunidad para la paz. Esto es, que circule la palabra de todas las mujeres víctimas del conflicto armado que desgarra a la sociedad colombiana: las voces de las mujeres desplazadas, de las mujeres de los pueblos indígenas y campesinas que han sido arrancadas de la tierra, o que resisten las políticas del terrorismo de Estado en condiciones de extrema vulnerabilidad, las voces de las mujeres que han sido violadas por las tropas militares o paramilitares, las voces de las mujeres cuyos cuerpos son trofeos de guerra en una guerra que sólo ha podido prolongarse, por la intervención militar norteamericana que se desarrolla en el marco del Plan Colombia. Los acuerdos humanitarios, y la búsqueda de un camino posible para la paz, debe garantizar el espacio para que todos los actores y actoras del conflicto puedan pronunciar su palabra –sostuvieron las mujeres de la Plataforma Continental- que aspiran incluso a que se puedan oír las voces de las mujeres insurgentes, en un diálogo virtual que se vaya construyendo junto con las mujeres latinoamericanas, que anticipe las oportunidades para un diálogo cara a cara, en el que se creen las condiciones de una paz con justicia.

También se consideró la necesidad de interlocución con los gobiernos latinoamericanos, que han revalorizado en sus políticas la defensa de los derechos humanos; para que exijan al gobierno colombiano que detenga sus acciones criminales contra el pueblo y contra las mujeres.

En una Conferencia de Prensa realizada el lunes 24 de noviembre en la sede de ATE, Gloria Cuartas, denunciaba: "Todo aquel que piense distinto es una amenaza para el régimen. Desde el mandato oficial se incita a romper la confianza a destruir los lazos sociales, todos pueden ser sospechosos de colaborar con la guerrilla. La insurgencia continúa siendo el argumento para que el gobierno erosione cualquier tipo de resistencia u organización colectiva que se manifiesta en defensa de sus derechos. El pago de recompensas a quien delate o señale a un posible "sospechoso", es otro elemento más que utiliza el régimen. Se coloca en el inconsciente colectivo que el dinero hay que alcanzarlo de cualquier manera. Entonces, las personas ponen 100 pesos y pueden sacar 300 en un mes. El presidente libera el dinero del sistema financiero nacional para que todos los capitales del narcotráfico y del crimen organizado entren al país. Hace unas dos semanas el gobierno interviene este sistema paralelo, porque un empresario advierte que hay que declarar el 'Estado de Conmoción Interior'. Ese sistema financiero ha hecho una gran especulación en el sistema económico del país con ganancias de 36 billones de dólares en el último año".

Denunció por su parte María Clara Plata que "Las mujeres son las más afectadas en este conflicto. La utilización de sus cuerpos como trofeos de guerra, lo ha convertido en un campo de batalla en sí mismo. Durante los últimos cinco años han muerto más de 1600 mujeres; 173 fueron víctimas de desaparición forzosa. Las niñas son el blanco de los paramilitares obligadas en muchas ocasiones a prostituirse, mientras que son asesinadas las mujeres en esa situación por considerarlas socialmente indeseables. De los 4 millones de la población desplazada por las fuerzas de seguridad, el 80% son mujeres".

La Plataforma Continental de Mujeres "Paz con Justicia para Colombia", anunció que volverá a reunirse en enero en los marcos del Foro Social Mundial, que se desarrollará en Belem (Brasil), y que entre tanto, realizará distintas acciones para organizar esta demanda en los diferentes países del continente. Las mujeres latinoamericanas sabemos que la guerra en Colombia, es una amenaza para todo el continente, y luchar por la paz, es parte de la solidaridad que va tejiendo la enredadera feminista, pero es también una manera de defender que nuestros pueblos, no sean sometidos por las lógicas imperialistas de la guerra y la agresión.

Al cierre del encuentro y de las marchas, una plataforma de ternura abrazaba el compromiso de seguir caminando el sendero de la paz y de las palabras.



* Liliana Daunes es periodista. Trabaja en varios medios de la ciudad de Buenos Aires, "Marca de radio", (Radio la Red), "Sonidos agitadóricos", (Radio La Voz de las Madres), "Pensamiento Crítico" (FM La Tribu) y "La rosa brindada" (Radio de la Ciudad)

Pueden escuchar la entrevista a Gloria Cuartas en Pensamiento Crítico, programa de radio de CLACSO. www.radio.clacso.edu.ar buscando el programa del 11 de noviembre.

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Es un Colectivo de comunicación popular y alternativa que surgió en junio de 2001. Nuestro programa fue transmitido ininterrumpidamente hasta el 28 de octubre de 2004 cuando fue cerrado INRRAVISIÓN por el gobierno nacional. Anteriormente la palabra “sudaca” se utilizaba para nombrar a los sudamericanos que se encontraban exiliados en Europa, producto de las dictaduras militares en el cono sur espacialmente. Un término despectivo que también encierra la estigmatización contra los latinoamericanos: “sudor y caca”. Estos dos elementos que para muchos son símbolo de “excoria social” para nosotros significan perseverancia, resistencia y desde el punto de vista fisiológico, una necesidad humana que por fea y desagradable que parezca es parte de nuestro cuerpo. Lo que para los estilistas del lenguaje es peyorativo, para nosotros refleja la exclusión que por tantos años ha padecido los pueblos americanos. Esa odisea que aún no termina y que por tanto, si queremos incidir en el cambio social, debemos mirar hacia los “sudacas” que en la cotidianidad enfrentan la segregación étnica, social, cultural, política y económica.
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