Hamás y el factor humano: Porqué Israel ya perdió la guerra en la ratonera de Gaza






Primera conclusión después de 12 días de exterminio militar por aire y por tierra en Gaza: Israel no pudo cumplir con sus objetivos de máxima en Gaza: Descabezar o encarcelar al estado mayor de Hamás y destruir la infraestructura operativa de lanzamiento de cohetes palestinos hacia las ciudades fronterizas de Israel.

Cumplimentadas las dos fases de la operación "Plomo Sólido" (aérea primero, y terrestre después), que hasta el momento ya causó 650 muertos (un tercio niños y mujeres), 3200 heridos y más de un 70% de la infraestructura administrativa-gubernamental destruida, el aparato político-militar de Hamás sigue operando y combatiendo desde la clandestinidad y los cohetes palestinos siguen cayendo sobre Israel, incluso ampliada su capacidad de alcance.

Oficialmente, el mando político y militar israelí encabezado por Olmert reconoció el martes que ni la operación aérea ni la operación terrestre, y luego las dos combinadas, habían conseguido terminar con la resistencia militar de Hamás ni con la lanzaderas de cohetes palestinos



Parte de guerra II - La rebelión de los muertos

El sábado 3 de enero, después de cinco días consecutivos de bombardeos y más de 350 muertos, Israel decidió invadir Gaza por vía terrestre con el objetivo de arrasar con los búnkeres militares de Hamás y la infraestructura de lanzamientos de cohetes, misión que ya había fracasado con las operaciones aéreas.

Un contingente de 10.000 efectivos, incluidas fuerzas de elite y de inteligencia, con un poderosa cobertura de fuego aéreo y naval, ingresó a Gaza y la dividió en tres áreas para aislar y cortar el sistema de comunicación logística y operativo de Hamás y de las organizaciones de la resistencia palestina.

Como en Líbano 2006, la confrontación quedó planteada en términos de una "guerra asimétrica" entre una superpotencia nuclear y una fuerza de guerrilla infinitamente menor en recursos logísticos-tecnológicos y en poder de fuego.

Se trataba de la guerra de un león contra un ratón, donde caza-bombarderos B16, helicópteros portamisiles Apache y Cobra, misiles y bombas de racimo, tanques y baterías misilísticas de última generación, peleaban (y siguen peleando) contra fusiles Kalashnikov, lanzacohetes RPG, morteros y fusiles anti-tanques.

Israel atacó en un frente compacto de invasión militar, y Hamás planteó su defensa en una guerra de guerrillas. El escenario de batalla se compone de una pequeña franja de territorio de 360 km2 de superficie "encerrada" entre el Mar Mediterráneo, el territorio de Israel y una frontera de 11 km con Egipto (un país aliado de Israel).

Los combates comenzaron a desarrollarse en un territorio donde viven casi un millón y medio de palestinos hacinados y sin capacidad de escape que hoy se encuentran sin alimentos, sin electricidad, sin combustible, sin medicamentos y en estado de catástrofe humanitaria, según la ONU.

En cuanto a la modalidad de los combates: Israel bombardea (desde el mar, el aire y la tierra) posiciones de Hamás situadas dentro de poblaciones civiles, con fuego de artillería y de misiles para "despejar el área" y luego sus comandos avanzan sobre los objetivos, mientras que los comandos de Hamás atacan flancos de las columnas israelíes por "sorpresa" y luego desaparecen.

En el medio, las llamadas "víctimas colaterales": la población civil de Gaza masivamente sometida al fuego cruzado de los tanques, aviones y baterías israelíes que "despejan el área" para el avance de sus comandos en las zonas urbanas superpobladas.

En esta "guerra asimétrica" contra reloj los objetivos son disímiles: Israel quiere destruir la mayor cantidad de plataformas lanzaderas de misiles palestinos antes de acatar un "cese el fuego" de la ONU (que ya está siendo operado por EEUU y la UE para posibilitar un repliegue "honroso" de Israel), y Hamás busca matar o capturar la mayor cantidad de comandos israelíes para precipitarle al Estado judío una "derrota moral" ante el mundo.

l Tactica Del Ratón

Hamás eligió una táctica de combate que Israel no puede superar: La guerra de guerrillas, en un área urbana de alta concentración de población civil donde los tanques y blindados judíos tienen poco espacio para avanzar y operar, y donde su poder de fuego (preparado para guerras en espacios abiertos) causa más bajas civiles que de combatientes de la resistencia.

Mimetizados entre la población civil, amparados en el conocimiento de cada porción de terreno de su territorio los comandos de la resistencia no presentan blancos fijos sino que desde el inicio de la invasión terrestre israelí, el sábado pasado, aparecen, atacan con morteros y granadas a las tropas y blindados judíos y luego desaparecen sin dejar rastros.

Su dinámica operativa no responde a patrones comunes, tienen una gran capacidad de movilidad, actúan descentralizadamente, aparecen, desaparecen, atacan y huyen con gran facilidad, y a los servicios de inteligencia judíos y estadounidenses que actúan en el área se les hace muy difícil su detección en la zona de combate.

También son frecuentes, según los observadores, las "encerronas" con coches bomba y fuego de francotiradores que complican el avance de los tanques y equipos blindados.

Según medios árabes, los vericuetos y escondrijos de la superpoblada ciudad de Gaza favorece este tipo de táctica combativa y ahorra bajas a los comandos palestinos.

Además, Hamás fortificó preventivamente (con ayuda de Irán y Hezbolá) su estrategia defensiva con túneles y pasadizos secretos que la inteligencia militar israelí no pudo detectar en su tarea de infiltración entre los grupos islámicos.

Hamás -señalan los expertos- luego de expulsar de la Franja a Abbas y a su organización armada Al Fatah, no solamente quedó en control de sus arsenales, sino que además potenció su capacidad defensiva aprovechando la experiencia y la asesoría de los comandos que combatieron a las tropas y tanques israelíes en el sur de Líbano.

Esto le dio suficiente tiempo para planear una guerra del ratón contra el león en Gaza.

Somos Sudacas

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Es un Colectivo de comunicación popular y alternativa que surgió en junio de 2001. Nuestro programa fue transmitido ininterrumpidamente hasta el 28 de octubre de 2004 cuando fue cerrado INRRAVISIÓN por el gobierno nacional. Anteriormente la palabra “sudaca” se utilizaba para nombrar a los sudamericanos que se encontraban exiliados en Europa, producto de las dictaduras militares en el cono sur espacialmente. Un término despectivo que también encierra la estigmatización contra los latinoamericanos: “sudor y caca”. Estos dos elementos que para muchos son símbolo de “excoria social” para nosotros significan perseverancia, resistencia y desde el punto de vista fisiológico, una necesidad humana que por fea y desagradable que parezca es parte de nuestro cuerpo. Lo que para los estilistas del lenguaje es peyorativo, para nosotros refleja la exclusión que por tantos años ha padecido los pueblos americanos. Esa odisea que aún no termina y que por tanto, si queremos incidir en el cambio social, debemos mirar hacia los “sudacas” que en la cotidianidad enfrentan la segregación étnica, social, cultural, política y económica.
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