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EL SECUESTRO DE LA SALUD Y LOS ALIMENTOS Y ALGUNAS FORMAS DE RESISTIR

Publicadas por Somos Sudacas |

Por Deborah Numpa

Se vende todo: hígados, riñones, plasma, lotes en la cara oculta de la Luna. Se arriendan úteros, espacios publicitarios en vientres gestantes, sonrisas de lactante, calostro de la propia madre. Los secuestradores de recursos libres recorren el universo con su rollo de etiquetas, marcando precios sobre lo inerte y lo viviente, del virus al cachalote, de las moléculas a los cuásares. Cuando el estafador callejero vendía al “gringo” la Torre Eiffel o los atardeceres de Lisboa, pensábamos “¿Cómo pudo el “gringo” pensar que eso estaba en venta?” Ahora sabemos que para Monsanto, Dupont, Sygenta[1] y demás bio-corporaciones todo está en venta, pues ya no hay linderos entre lo público y lo privado, entre lo sagrado y lo profano. Superando con creces al más fino estafador, estos “gringos” han logrado vendernos nuestros propios alimentos y remedios a la plena luz del día.

Se repite la violencia del egoísmo primordial, la del primer cromagnon que cercó la tierra y dijo “esto es mío”, sentando el nefasto precedente: la primera apropiación de recursos públicos. Sucedió y está sucediendo ahora: con el agua, con los genes, con el aire, con las semillas. Pronto la humanidad, en su memoria de corto plazo, olvidará que estos acontecimientos son aberrantes. Así sucedió con el rapto de la tierra: era de nadie, pero con el paso de los siglos acabamos por considerar “normal” verla fragmentada en lotes, parcelas y haciendas, aunque en nuestra memoria reptiliana aún sintamos un remoto gusto a estafa. La generación víctima de este robo primordial murió en la resignación impotente. Hoy nosotros presenciamos el nuevo atropello: ante nuestros ojos, los ríos, los bosques, las costas, los desiertos, las montañas, el aire, los cultivos alimenticios, los genes animales y vegetales, las células indígenas, los remedios naturales… están siendo vendidos, privatizados, concesionados o patentados. Si no reaccionamos a tiempo, las nuevas generaciones nacerán con el agua, el pan y la salud hipotecados, y pensarán que se trata de algo “normal”.

Blanco favorito del rastreo mercachifle son las cosas que nunca tuvieron dueño. Todo lo que la naturaleza, por miles de milenios, ha dispensado gratuitamente. El acto de apropiación consiste en descubrir un recurso que nadie pensó podría venderse -tal vez por escrúpulos humanistas-, e inventar una excusa para estamparle el “mío”, “solo mío”, y “se vende”. La excusa favorita para la apropiación es “la mejora”, la transformación humana del recurso en bruto. En nuestra petulancia creemos que la intervención humana “mejora” irremediablemente cualquier creación natural. Así, la selva arrasada y transformada en pastizal es ”mejor” que la selva virgen. Los árboles alineados y troquelados son “mejores” que los silvestres. Los ríos encajonados entre muros de cemento son “mejores” que los cauces pedregosos y salvajes. El ADN de insectos y gramíneas está “mejor” revuelto como las piezas de un Lego. Axioma del modernismo es que el trabajo del hombre “mejora” la naturaleza. Pero en su patética limitación, el hombre sabe que nunca podrá emular la perfecta, indescifrable, sutil complejidad de la naturaleza. En realidad le aterra lo que no comprende y por eso lo simplifica, empobrece y destruye.

Las leyes soslayan esta creencia: dan derecho de propiedad al perpetrador de “la mejora”. Los acuerdos TRIPS y las Leyes de Propiedad Intelectual conceden “derecho de patente” a los “mejoradotes” de seres vivos. Con este pretexto se colonizan impunemente nuestras especies alimenticias y medicinales: como maíz “mejorado”, trigo “mejorado”, arroz “mejorado” y remedios ancestrales “mejorados”. A menudo estos “productos” son plagiados sin más a la naturaleza o a los campesinos e indígenas que las seleccionaron por milenios. Así, el trigo Chapati Chor “de” Monsanto, cuya patente fue revocada en Munich en 2004, resultó ser el trigo Nap Hal de los hindúes, como demostraron Greenpeace y los propios agricultores.

Los “mejoradores” de seres vivos están secuestrando así dos sectores estratégicos para el control de la población: los alimentos y los medicamentos. Si no hacemos algo para evitarlo, ellos decidirán sobre nuestra salud y nuestra enfermedad, sobre nuestra vida y nuestra muerte. Ellos cocinarán en sus laboratorios todo lo que circule por nuestras venas, intestinos y dendritas, y podrán deformar a su antojo nuestro cuerpo y nuestra mente, entontecernos, debilitarnos, mutarnos, alargarnos, engordarnos, anestesiarnos, esterilizarnos... Si nada impidió a químicos y genetistas mercenarios experimentar con la población cautiva en cárceles, psiquiátricos, internados, hospitales y cuarteles, qué no harán cuando nadie pueda beber otra cosa, comer otra cosa, inyectarse otra cosa que productos “modificados”. Los peligros que representan los transgénicos para el ambiente y la salud se manifiestan ya tanto en su inestabilidad genómica como en las enfermedades de los animales que los consumen[2]. El mundo está entregando las llaves de su despensa a compañías como Monsanto, artífice del Agente Naranja que deformó a generaciones de vietnamitas, de las dioxinas que envenenaron la ciudad de Times Beach, de la hormona de crecimiento bovino que causó epidemias de mastitis y terneros deformes, y del aspártamo, el endulzante cancerígeno. Empresas de tan altos designios humanistas pretenden monopolizar el mercado de la alimentación y de la salud mundial.
[3]
http://www.avizora.com/temasquequeman/textos/transgenicos_quien_es_monsanto_0007.htm
http://es.banterminator.org/the_issues/introduction/terminator_technology_suicide_seeds_are_back
http://www.jornada.unam.mx/2005/02/08/027a1eco.php
2006.http://www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArticle&code=ENG20060827&articleId=3082


A través del sistema de patentes, Las bio-corporaciones han emprendido una febril carrera de colonización de todas las formas de vida, enteras, por trozos, en líneas celulares,[4] vegetales, animales y humanas. Con la complicidad de los hospitales se patenta el bazo de pacientes como John Moore. En las campañas de vacunación se roban muestras de sangre a amazónicos e islandeses. En las selvas tropicales, turistas, ONGs-tapadera e investigadores mercenarios[5] usan a los sabedores indígenas para identificar las especies “bio-activas”, y ahorrarse el esfuerzo de discernir por si mismos las especies “útiles” de las “no comerciales”. Así se robó el tepezcohuite a los mayas de Chiapas, y la ayahuasca y la rana philomedusa a las etnias amazónicas. Los bancos de germoplasma engrosan sus colecciones año tras año con moléculas sustraídas a los países “en desarrollo”. Una vez patentadas, a los usuarios milenarios de estas plantas (indígenas y campesinos) se les prohibirá su uso no autorizado (esto es, sin pago de derechos de propiedad intelectual) pudiendo ser criminalizados por “infringimiento de patente”.

El polen deforme de las plantas transgénicas contamina los cultivos orgánicos y las especies silvestres, y con ello las compañías se abrogan el derecho a imprimir sobre ellos su marca de fábrica. En una orquestada y perversa tergiversación legal, estos gigantes de la mutación han logrado erigirse de victimarios en víctimas, persiguiendo a los campesinos contaminados por utilizar “sus productos” sin pagar derechos de patente. El canadiense Percy Schmeiser fue el primer agricultor demandado por Monsanto, el 6 de agosto de 1998[6], al descubrirse que su cultivo de canola estaba infectado por la variedad modificada de canola “Roundup Ready”. (http://www.percyschmeiser.com/) Por similar “infringimiento de patente”, la empresa también llevó a juicio a cientos de agricultores estadounidenses y argentinos. (http://www.percyschmeiser.com/MonsantovsFarmers.htm). Dignos del futurismo de Huxley, Orwell o Bradbury, los inspectores de Monsanto patrullan los sembrados en busca de pruebas genéticas de robo industrial.

Todo esto está ocurriendo con la complicidad de nuestros gobiernos peleles y las mercenarias élites nacionales. Tras los pasos de México y Chile, Colombia y Perú han dado luz verde a los TLCs con EEUU. Sus cláusulas sobre la propiedad intelectual (capítulos 16) permitirán a las bio-corporaciones apropiarse y patentar impunemente nuestras plantas y animales. A su vez, forzarán la suscripción al acuerdo UPOV 91, que prohibe a los campesinos el intercambio de semillas. (http://www.sendas.org.ec/docs/TLC, %20agua%20y%20biodiversidad.doc). Así, en México, la llamada “ley Monsanto” prohíbe ya el uso de plantas que por milenios ha hecho parte de la botica doméstica. Todo augura el triunfo de la avaricia criminal, la esterilización de suelos y simientes y la invasión de plagas mutantes liberadas en agua y aire por estas desaprensivas bio-Pandoras.

Pero no todo está acabado. Miles de voces y acciones se están alzando a lo largo y ancho de la Tierra contra el secuestro de la vida. Unos por vías legales, otros en franca desobediencia a la ilegítima legalidad. En estas páginas lanzamos algunas de ellas con la esperanza de animar a los lectores a activarse, luchar contra la avaricia criminal y arrojar nuevas propuestas.

Información popular sobre los TLCs, las patentes sobre la vida, los transgénicos y la biopiratería. Es necesario dar a conocer a las comunidades de base los tratados comerciales que están firmando sus gobiernos, particularmente los capítulos 16 de los TLCs sobre protección de la propiedad intelectual. Es urgente crear materiales informativos en formatos sencillos y amenos para informar a toda la ciudadanía, particularmente la que no tiene acceso a internet (talleres, emisiones radiales, cartillas, comics, afiches, materiales audiovisuales…).

Presión a los gobiernos y las multinacionales. El 9 de agosto de 1998, se lanzó la campaña “Monsanto sal de la India ” en conmemoración del día en que Gandhi pidió a los británicos que salieran de la India. 10.000 personas enviaron el mensaje a la empresa. Esto fue una reacción contra la compra de la mayor empresa de semillas de la India –MAHYCO- por Monsanto, y su adquisición del Instituto Indio de Ciencias en Bangalore. Adicionalmente, en octubre el gobierno permitió la libre importación de soya, por lo que las “Mujeres por el Derecho a la alimentación” protestaron ante la posibilidad de ser alimentadas con soya transgénica.
http://www.accionecologica.org/index.php?option=com_content&task=view&id=433&Itemid=43


Archivos digitales contra la biopiratería. Ante el intento de robo del turmérico, del árbol neem y del arroz basmati, se lanzó en Nueva Delhi el ambicioso proyecto de la Biblioteca Digital de Conocimiento Tradicional (Traditional Knowledge Digital Library-TKDL, inaugurada el 26 de Marzo de 2002. La TKDL está digitalizando la tradición médica de los Ayurveda, de la naturopatía, la homeopatía y la medicina folklórica, para evitar que estas ciencias milenarias sean patentadas y bio-pirateadas. Estos conocimientos pronto estarán disponibles en el dominio público en varios idiomas. ¿Podría un proyecto similar proteger los remedios y cultivos ancestrales de América Latina? Nuestras organizaciones populares e indígenas harían bien en tender puentes con países como la India , de larga experiencia contra los abusos corporativos, para asesorarse sobre formas de proteger sus tradiciones agrícolas y medicinales. Toca aprender inglés, pues desconocemos muchas propuestas importantes en el mundo anglófono a causa de nuestra limitación (o repulsa) lingüística. Pero la lengua franca del imperialismo transporta también buenas ideas anti-imperialistas.
http://www.infinityfoundation.com/mandala/t_es/t_es_TKDL.htm

Ruptura de patentes. Tailandia y Brasil son pioneros en la guerra de la “ruptura de patentes”, al romper la patente del retroviral Efavirenz contra el VIH. Este medicamento es fabricado comercialmente por la multinacional farmacéutica Merck Sharp & Dhome, pero su genérico puede obtenerse en la India por un tercio de su precio. El valeroso ejemplo de Brasil y Tailandia podría animar a países en similares circunstancias a romper nuevas patentes en caso de emergencias de salud pública.
http://migas.wordpress.com/2007/05/28/brasil-y-thailandia-rompen-patentes-de-la-industria-farmaceutica/
http://www.20minutos.es/noticia/230606/0/Brasil/patentes/sida/
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=51799

Revocación de patentes. Algunos especialistas en propiedad intelectual están con los “subalternos” y trabajan por la revocación de patentes concedidas sobre plantas, animales y remedios ancestrales. Véanse por ejemplo los logros de Greenpeace ((http://www.greenpeace.org/mexico/news/revocan-patente-de-monsanto-po) y del grupo ETC
(http://www.etcgroup.org/es/materiales/publicaciones.html?pub_id=625). La pregunta que nos asalta es la siguiente: en vez de entrar en su juego perverso ¿no deberíamos simplemente boicotear el ilegítimo y aberrante sistema de patentes sobre la vida? http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/5103

Quema de cultivos, graneros y laboratorios transgénicos. Las transnacionales y sus gobiernos lacayos raramente informan a las poblaciones sobre la ubicación y los riesgos de los cultivos transgénicos. No es de extrañar así la cólera incendiaria de franceses e hindúes contra los cultivos experimentales de Novartis y Monsanto. Lo que maravilla es que en medio de tanto atropello, los graneros de Monsanto en St. Louis Missouri sigan operando sin mayores contratiempos. http://www.redtercermundo.org.uy/revista_del_sur/texto_completo.php?id=844
http://www.accionecologica.org/index.php?option=com_content&task=view&id=433&Itemid=43

Negativa de la ciudadanía a cultivar y consumir alimentos transgénicos. En el Reino Unido, los miembros del Parlamento se han negado a consumir alimentos de origen transgénico en sus refectorios..
En Venezuela, la organización Vía Campesina instó al presidente Hugo Chávez a desistir de firmar un convenio con Monsanto para el cultivo de soya transgénca. Los trangénicos se prohibieron en Venezuela en aras de la seguridad alimentaria[7]
http://www.elcanelo.cl/elcanelo/transgenicos%20protocolo.htm
http://www.accionecologica.org/index.php?option=com_content&task=view&id=433&Itemid=43

Etiquetado de los productos transgénicos
http://www.greenpeace.org/mexico/de-actualidad/senado-exige-etiquetar-transge
http://www.biotech.bioetica.org/i10.htm
http://www.belt.es/noticias/2003/03_enero/13_17/17/17_alimentos_transgenicos.htm

Piratería entre las propias empresas. Un desarrollo inédito de todo este fenómeno es la piratería industrial entre las propias corporaciones. Ya hay empresas flotantes que ofrecen recompensas a investigadores mercenarios por romper patentes de grandes farmacéuticas[8], farma-piratas off-shore que ofrecen versiones genéricas de drogas “de marca” al mejor postor. Pero quien roba al ladrón…
http://findarticles.com/p/articles/mi_m0DED/is_6_21/ai_69709535

SI CONOCES OTRAS FORMAS DE ESCAPAR
AL SECUESTRO DE LA SALUD Y LOS ALIMENTOS
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(Añade los enlaces web para que todo/as
Podamos informarnos)

[1] http://www.etcgroup.org/es/materiales/publicaciones.html?pub_id=623
[2] Dra. Mae Wan Ho del Instituto ISIS en Inglaterra estudios europeos que reportan graves alteraciones en varios eventos transgénicos posterior a su comercialización. ISIS Press Release, 13 En. 2004; ISIS Press Release, 13 Dic.2003. http://www.elcanelo.cl/elcanelo/transgenicos%20protocolo.htm#COMPAÑIAS%20BIOTECNOLOGICAS
[3] Para una semblanza completa de Monsanto, véase el artículo de AVIZORA: “¿Quién es Monsanto?” http://www.avizora.com/temasquequeman/textos/transgenicos_quien_es_monsanto_0007.htm

[4] Últimos datos globales sobre transgénicos: http://www.elcanelo.cl/elcanelo/transgenicos%20protocolo.htm.
[5] Léase urgentemente el libro de SAIIC “Protegiendo lo nuestro: Pueblos Indígenas y Biodiversidad”, http://saiic.nativeweb.org/biodiverspan.html
[6] http://www.jornada.unam.mx/2005/02/08/027a1eco.php
[7] L. Haynes, 23 Abr. 2004
[8] “INDUSTRY NEWS: $10,000 Offered to Break Geron Patent” (http://findarticles.com/p/articles/mi_m0DED/is_6_21/ai_69709535).

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Es un Colectivo de comunicación popular y alternativa que surgió en junio de 2001. Nuestro programa fue transmitido ininterrumpidamente hasta el 28 de octubre de 2004 cuando fue cerrado INRRAVISIÓN por el gobierno nacional. Anteriormente la palabra “sudaca” se utilizaba para nombrar a los sudamericanos que se encontraban exiliados en Europa, producto de las dictaduras militares en el cono sur espacialmente. Un término despectivo que también encierra la estigmatización contra los latinoamericanos: “sudor y caca”. Estos dos elementos que para muchos son símbolo de “excoria social” para nosotros significan perseverancia, resistencia y desde el punto de vista fisiológico, una necesidad humana que por fea y desagradable que parezca es parte de nuestro cuerpo. Lo que para los estilistas del lenguaje es peyorativo, para nosotros refleja la exclusión que por tantos años ha padecido los pueblos americanos. Esa odisea que aún no termina y que por tanto, si queremos incidir en el cambio social, debemos mirar hacia los “sudacas” que en la cotidianidad enfrentan la segregación étnica, social, cultural, política y económica.
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